-No me gusta cuando dices eso.
-Pero es la verdad.
-¿Incluso ahora cuando caminamos de la mano, también?
-Claro.
-Yo no lo veo así.
-Pues es así.
-No te pongas serio.
-No me pongo serio. Es la ciencia que es así.
-¡Esto no es ciencia!
-¡Todo lo es!
-¿Si te amo también es ciencia?
-Si me amas es porque sientes algo, y si sientes algo es porque ciertas partículas, ciertas moléculas dentro de tu cerebro actúan de determinada manera.
-Ya... las hormonas. No podían faltar las hormonas.
-Sí, pero no solo eso. Verás...
-¿Y por qué pasa todo eso que dices que pasa en mi cerebro?
-Bueno, pues porque es así, porque funciona así.
-Sí, pero por qué. ¿Por qué contigo y no con otro?
-Eso no tiene importancia.
-¡Oh! ¡Sí que la tiene! ¡Ya lo creo que la tiene!
-A efectos fisiológicos es igual.
-Vale. Pero quiero que me digas por qué te quiero a ti y no a otro.
-¡Es lo mismo yo que otro! ¡Funciona igual!
-No sabes. No sabes porqué. Tu querida ciencia todavía no puede explicar eso.
-Bueno, en términos evolucionistas es posible que como hembra hayas visto que tengo las cualidades que como macho consideras adecuadas para tener descendencia.
-¡No, no! ¡No me vengas con Darwin ahora! ¡Que ese tenía explicaciones para todo!
-Pues como quieras, pero es así. Es ciencia.
-Ok. Pues cuando tu ciencia me explique porque me gusta pasear al atardecer de la mano contigo y no con otro me lo cuentas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario