Mostrando entradas con la etiqueta ausencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ausencia. Mostrar todas las entradas

martes, 1 de diciembre de 2015

Todo atrás

Y ya no más,
ya nunca más estrellita,
ya nunca más.
Qué tendrás para
romper el alma
con tu ausencia,
que serás si es
que eres algo
y no mera ilusión.

Pero ya no estás,
estrellita, ya nunca más.

Ya no estás
niña tierna,
que maravilla
se ha marchado
contigo.
Yo quisiera saber
cuánto me vas
a doler
y cuánto me va
a durar el consuelo
de tu falsa promesa.
Ya tú no,
ya tú nunca más.

Pero yo sigo aquí,
amor, y no sabes
lo que duele seguir
de pie sin ti.

A quién
le regalarás sonrisas
y alegrías.
A mí no,
porque tú ya
te has ido,
para siempre
y nunca más,
así; igual
que apareciste
un día sin esperarlo,
así como te fuiste,
un día y
para siempre
no volverte a ver,
y para nunca,
para nunca
promesas falsas,
niña, cielo, amor,
estrellita, todo atrás.

viernes, 27 de noviembre de 2015

27 de noviembre

Será para siempre,
amor, será sin ti.
Ya no más tú.
Madrugar, qué
triste rutina,
tan duro pensar
que ya no estás.
No más saludos,
no más, ya nada
de ti. Ahora
quién será.

Ahora sin ti,
si nada.
No todo, la nada,
y para siempre,
qué frío,
sabíamos
que llegaría el invierno. 
Qué frío.

De pesar mis manos
tiritan, como 
fulgores del cielo,
como llamas,
brasas extintas
que se consumen
ausentes,
de ausencia se 
agitan y me duelen.

¡Qué frío, amor,
qué frío!
Nunca pensé
verte ir tan
pronto,
qué duro,
sonrisa de azúcar,
este veintisiete
de noviembre.

jueves, 30 de julio de 2015

De otoño y ocaso



Y apareciste. Supongo que igual que todas las anteriores, pero con la extraña certeza de ser sólo tú. Quién sabe si producto de la casualidad más maravillosa que nos pudo haber pasado nos encontramos igual que una gota se funde con otra gota gemela en un torrente de agua. ¡Qué nos importarán los nombres! Sé que eres tú y eso es suficiente. La etiqueta por la que me refiero a ti no es un nombre, ni siquiera una etiqueta, es “cariño, princesa, te necesito aquí a mi lado”.

Y así apareciste. Ahora ni tú ni yo sabemos como va a terminar esta locura maravillosa. Yo me conformo con amarte a ratos, a minutos, a segundos, en pequeños instantes, y después sufrir tu ausencia. Y tú, que eres así, tan secreta y misteriosa, tan de otoño y de ocaso, aguardas con recelo a que tal vez ocurra cualquier cosa, a que nuestra agonía dichosa de querernos sorbo a sorbo se transforme en algo; en un calor prolongado, quizás en una caricia infinita, en un no echarnos nunca más de menos, en saborear eso que se llama calor, tú y yo, esos dos desahuciados del mundo de los vivos, esos dos enamorados de los sueños cumplidos.

jueves, 9 de octubre de 2014

Jugar a los desconocidos...

Juguemos a los desconocidos.
Yo trataré de imaginar quién eres sólo estudiando tu ausencia y tus ojos,
 y tú lo tendrás un poco más fácil. 
A ti te dejaré cuatro versos asonantes y todo un cielo de poemas.
Trataremos de cazarnos las miradas, 
a ver quién sonríe antes y 
quién ama más temprano. 
Ese es el trato. 
Si jugamos a no conocernos
yo quiero ser quien pueble tu ausencia
y tú quien colme mi alma.