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martes, 1 de diciembre de 2015

Todo atrás

Y ya no más,
ya nunca más estrellita,
ya nunca más.
Qué tendrás para
romper el alma
con tu ausencia,
que serás si es
que eres algo
y no mera ilusión.

Pero ya no estás,
estrellita, ya nunca más.

Ya no estás
niña tierna,
que maravilla
se ha marchado
contigo.
Yo quisiera saber
cuánto me vas
a doler
y cuánto me va
a durar el consuelo
de tu falsa promesa.
Ya tú no,
ya tú nunca más.

Pero yo sigo aquí,
amor, y no sabes
lo que duele seguir
de pie sin ti.

A quién
le regalarás sonrisas
y alegrías.
A mí no,
porque tú ya
te has ido,
para siempre
y nunca más,
así; igual
que apareciste
un día sin esperarlo,
así como te fuiste,
un día y
para siempre
no volverte a ver,
y para nunca,
para nunca
promesas falsas,
niña, cielo, amor,
estrellita, todo atrás.

viernes, 23 de octubre de 2015

Todo

Estrellita,
niña de caramelo,
muchacha de canela,
princesa de vainilla,
ángel avellana;
qué linda eres
sonrisa de azúcar,
ojitos vivos,
dicen que te
envidia la Luna.
 
Yo creo que eres
un sueño castaño,
cálida y suave
como un atardecer
de verano.
 Brisa maravillosa,
encanto de mil primaveras,
mujer de cielo, sol, y fresa.

sábado, 3 de octubre de 2015

Desierto y sabana

Pasé toda la noche mirándola, simplemente viéndola respirar y dialogando con su respiración. Era tan rica despierta como dormida. En aquel momento se acababa de dar la vuelta y su pechos de caramelo ya no me apuntaban curiosos, ni su semblante sonriente de ninfa traviesa amenazaba con darme la vida eterna. Ahora de espaldas, con los brazos ocultos tras su cuerpo y la sábana por la cintura, yo tenía otra perspectiva de su monumento. Ahora su cuerpo desnudo me recordaba a la sabana, o tal vez al desierto, un desierto ondulante y siempre en cambio. Ahora deslizaba la vista por el mirador de su nuca y caía por todas las dunas de su cuerpo, notándola existir, latiendo viva, dibujándola con los ojos, amándola sin querer, sabiendo que era ella, la estrella con los ojos color miel, más brillante que había dormido en mi cama.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Joya de nata

Tú y yo tenemos un secreto. Tú sabes que yo te quiero a más no poder y yo sé que tú te mueres por mis versos. Así cómo no me vas a gustar pastelito, tú y tu nariz y tu perfil perfecto. Cómo no me vas a gustar si adoro hasta tu nombre. Estrellita, eres una joya de amores y nata. 

No es cuando sonríes...

Estrellita,
te conozco
hasta por la sombra.
De tan bonita
que eres
pasan distintas
las horas.
No es cuando
sonríes porque ya
eres perfecta,
es cuando eres
existes, ríes, y vives
porque eres
preciosa.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Estrellita (II)

Quién eres;
yo sé que eres
Estrellita,
la única
e inconfundible,
la que en el cielo
más brilla,
la que en la tierra
camina.
Siendo así,
tú que sabes,
Estrellita
tú que vienes
de allí arriba,
cuéntame,
sonrisa linda,
que hace el Sol
cuando lo miras.

domingo, 27 de septiembre de 2015

De nubes y miel

Algodón de azúcar,
siempre tan bonita,
muchacha de salitre,
de brisa y de arena.

Pedacito de cielo,
si supieras que hueles a
mañanas de domingo;
Estrellita,
si supieras que
eres de nubes y miel.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Estrellita

Esa de oro y de bronce
la de piel de canela
y chocolate.

Yo la veo
como un sueño
de almendras,
como un regalo
de caramelo.

Estrellita
de ojos vainilla,
ninfa castaña...

Color de otoño
y de ocaso,
cómo te pareces
a la primavera,
ángel avellana.

martes, 22 de septiembre de 2015

H

Estrellita de zafiro,
ángel azul,
cristal celeste,
niña como tú.

Estrellita caminito
de destellos,
rocío fresco,
luz de ti.

Contigo de castaño bronce,
jovial sendero,
alegría que llueve,
alba que rompe más fuerte.

Tú de almendras;
Estrellita, Estrellita,
Estrellita, tú de magia.

sábado, 22 de agosto de 2015

Risueña niña preciosa...

De canela, niña,
eres de canela,
eres estrella, niña,
eres estrella.

Como una muñequita
que mueve los ojos,
como una princesa
con su vestidito
turquesa.
Como caminas
y te mueves
con soltura,
así como tú eres
y tu sonrisa,
eres un monumento
a los angelitos
del cielo.

De canela, niña,
eres de canela.

Como el mar que
busca la orilla,
así como tu miras,
y esa consentida
naricilla tuya,
coqueta como tú
y tus labios
de purpurina,
como esos besos
de fresa
que te robaría
a racimos.

Yo me comería
toda tu piel,
risueña niña
preciosa
de estrellas
y de canela.

domingo, 31 de mayo de 2015

Tacones

El tiempo no pasa cuando te veo llegar con esos tacones negros. Entonces me detengo en toda la excelencia femenina de tu contorno, y me pregunto si eres real, de carne y piel, o si eres una suerte de nebulosa de magia que ha tomado forma humana.

Demasiado mortal para decir nada, me aparto y te dejo pasar fingiendo no mirarte. Pero mi mirada cae presa de ese vestido oscuro, y mis ojos traviesos recorren el sinuoso camino desde tu cadera a tus hombros. Entre medias descubro que no podrías ser más perfecta. La claridad de tu piel contrasta con tu cabello azabache, y tus ojos, pozos de incautos, tienen ese color almendra que termina de cubrirte de excelencia.

Yo mientras tanto, pobre mortal, sueño que te pregunto tu nombre y que éste me suena a vainilla y cerezas.

Y así te alejas. Te alejas y tu contoneo hipnótico, seductor y malicioso se burla de mí desde la distancia. Yo, que nada puedo hacer, me quedo como una estrella solitaria cuando amanece, esperando a que vuelvas a iluminar mi alma opaca con esa luz que regalas, esperando volver a encontrarte sobre esos tacones negros.

sábado, 25 de octubre de 2014

La noche nos escucha

Me gusta hablar contigo. Cuando lo hago soy libre, la vida me pesa menos, y hasta respiro mejor. En tus oídos debo de sonar distinto, limpio, sin miedos, sin muros de amargura; sólo yo. Tú en los míos eres como la lluvia que resbala por los cristales: limpia, sana, cristalina y pura.

Pienso que la noche nos escucha y que cada estrella graba una palabra. A veces sueño que estás aquí, a mi lado, y que no necesitamos teléfono. A veces pienso que el mundo es demasiado cruel para que existas, y la vida demasiado imposible para que seamos.