Y
decides ir a buscarla. Sabes que no tiene ningún sentido, pero nada de lo que
ha pasado hasta entonces lo tiene. Vas. Y te vuelves sin nada por donde mismo
has venido. Pero has ido, fuiste. Cometiste la tontería de buscarla, la
tontería que llevabas tiempo queriendo y necesitando hacer. A veces necesitas
ese tipo de cosas, como para demostrarte que estás tan loco como muchos creen.
Lo intentaste, y te das una palmada invisible en la espalda. Lo intentaste, y
te vas a casa, a pensar en todas las locuras y estupideces que te gustaría
hacer por ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario