Te vas, y qué decirte, esto no es como en las películas, esto es real. Te tengo frente a mí, no llueve, ni estamos en un andén, pero te vas, eso es seguro. Te vas, y salvo una maravillosa carambola del destino ya nunca más volveré a verte. He de hacerme a la idea. Sí, he de acostumbrarme. Dices que no me preocupe, que nos veremos pronto. Pero cómo creerte. Yo sé que mientes porque me sabes abatido, yo sé que mientes para no hacerme sufrir más, yo sé que mientes a conciencia, sé que no volverás buscándome, preguntando adonde he ido, gritando mi nombre. Y sé que no dejarás que te encuentre.
Te vas, esa es la única realidad que me queda. Te vas, es la pura verdad. Te vas y sólo me dejas la falsa esperanza de volver a verte; y yo la acepto, y yo me la quedo, y la guardo. Y me duermo sabiendo que te has ido, y que ya nunca más te volveré a ver.
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sábado, 28 de noviembre de 2015
jueves, 20 de noviembre de 2014
Un trozo de tu piel
No conozco
más destino
que halagarte
Qué daría
yo por un trozo
de tu piel.
Amiga mía
de dulces placeres;
eres viento, fuego,
y tierra;
un torbellino.
Doy ocho besos
y ni uno más
para dejarme
morir contigo.
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