Y ahora te vas y me dejas así,
esperando al último autobús que pase por la parada vacía que me has
dejado en el pecho, aguardando a que algún día la Luna quiera que nos
encontremos bajo su triste resplandor, refugiados de miradas
indiscretas.
Ahora te vas y
me dejas así, con este abrigo de penas y soledades que me regalaste,
siendo la única pasajera de esta "ruta a ninguna parte", creyendo que
aún existes en algún sitio, creyendo que tu calor me rescatará de este
invierno... Sabiendo que no vendrás, que he perdido el último autobús
que podía sacarme de la trampa de melancolía que dejaste en mi alma.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario