Dónde queda todo cuando la ves llegar
con su pelo suelto o con su pelo recogido, o como sea; cuando está
allí y te mira, o te dice unas pocas palabras acompañadas de una
sonrisa. Entonces la vida adquiere otro sentido, uno que hasta ese
momento desconocías. En ese momento te das cuenta de que lo pequeño
que es el mundo porque está lleno de cosas vacías.
Qué puede importar el dinero que
tengas en ese momento en el bolsillo, el que vayas a ganar, o el que
ganaste y perdiste. Qué puede importar si en un solo instante una
persona aparece y te desarma, y desbarata de arriba a abajo todo tu
mundo. Es entonces cuando abres por fin los ojos y compruebas que las
cosas no son como pensabas que eran, que todo lo que te habían
explicado, que todo lo que habías visto hasta ahora estaba
equivocado. Que el hecho de que haga calor o frío, que te
funcione o no el coche, que tener trabajo o no tenerlo, que tener
dinero o no tenerlo, que todas esas pequeñeces sociales y humanas no
tienen tanto peso, porque ya nada de eso te llena ni te duele, porque
existe un único ser al que sólo necesitas ver o recordar para que
todos los millares de minucias del mundo se reduzcan a cero.
Es en
ese momento cuando te desembarazas de todas las cadenas que te ataban
a este mundo gris y bajo, a esta caótica existencia de vaivenes, de
prisas y carreras hacia ninguna parte; cuando te das cuenta de que la
vida es mucho más que lo que se toca y se ve, que lo que se paga, se
compra y se vende, que lo que se come o se utiliza. Que eres rico,
tremendamente rico porque amas, y no todos pueden decir lo mismo,
porque sientes, porque no importa si el mundo se para de repente y lo
pierdes todo; porque sabes que cuando vuelvas a verla llegar con su
pelo suelto, o recogido, o como sea, sabes que en ese preciso
instante se reseteará el universo, y ya no importará todo lo
anterior, y todos tus pesares, triunfos, decepciones, ganancias,
perdidas y alegrías materiales y cotidianas no importarán, porque
vivir no era lo que te había contado, vivir era otra cosa.
Una oda al más ser y menos tener. Simplemente genial Más pensar y menos comprar. Me ha encantado.
ResponderEliminarMil gracias Gloria, me ha encantado tu definición de "una oda al más ser y menos tener". :D
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