viernes, 27 de febrero de 2015

Oda a mi pluma

Es fría y maravillosa como tú. Su rectitud me recuerda a tus labios. Yo la tomo entre mis manos y siento como el calor de tu piel pasa a mis dedos. Cuando estamos a solas construimos fantasías. Por ejemplo, yo la tomo suavemente y los dos nos deslizamos rozando las sábanas y tatuando de azul el papel. A veces, cuando ella descansa yo te sigo soñando en sueños de tinta y carne. Yo la guardo como guardo tus besos, como abrazo tu cuerpo, frío, recto, y de plata.

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