A tus ojos de almendra
y a tu piel de canela,
a tus ganas de reír
y a esa fuerza
con la que me abrazas.
A ti, niña risueña,
niña de luz,
niña de ojos vivos.
A ti que ríes
cuando callas,
que brillas
cuando todo está perdido.
Niña
de ojos de almendra,
contigo hasta el infinito,
me mudaría
a tu piel de canela.
No hay comentarios :
Publicar un comentario