domingo, 31 de mayo de 2015

Dos

Aquella noche me olvidé de todo. Que importaba ya nada. Éramos ella y yo, solo ella y yo, y el mañana no existía. Atrás quedaba todo. Atrás quedaban los pesares, sus miedos, mis tristezas. Ahora éramos dos personas nuevas. Y aquella noche, durante aquellos minutos en los que fue mía, en los que fuimos uno, ella me quiso sin saberlo, antes de abandonarme, antes de que volviésemos a ser dos.

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